No son obligatorias legalmente, porque las enfermedades de los gatos no afectan a los seres humanos.
Pero si lo que nos interesa es la salud de nuestro gato hay que tenerlas en cuenta, porque son enfermedades que si que se propagan de unos a otros y pueden ser mortales para tu gato.
Aunque nuestro gato no salga de casa los agentes infecciosos que les provocan graves enfermedades pueden ser transportados por la ropa y el calzado del propietario etc…Las vacunas solo se pondrán si el gato goza de buena salud y lo hemos desparasitado previamente, ya que los parásitos pueden hacer que pierda eficacia la vacuna o que el animal enferme.

Las vacunas más frecuentes y que como asociación consideramos imprescindibles son:

Leucemia felina Enfermedad muy grave y especialmente contagiosa para nuestros gatos causada por un rinovirus. Se le puede vacunar a partir de las 8 semanas de edad, repitiéndose la dosis al mes y luego una revacunación anual.
Tricat Rinotraqueítis:  Enfermedad provocada por un herpes virus. Pan leucopenia: es una enfermedad producida por un parvovirus. Calicivirosis enfermedad causada por un picornavirus. Se puede vacunar a las 8 semanas de edad, repetir la vacunación al mes y luego una revacunación anual. Esla que conocemos como Trivalente.

Menos habituales, pero necesarias en algunos casos son:

Peritonitis infecciosa felina (pif): Enfermedad provocada por un coronavirus que afecta principalmente a animales jóvenes, con una mayor incidencia en otoño y en invierno. Es de las más graves y mortal para tu gato. Se vacuna a partir de las 8 semanas de edad y repetimos la revacunación al mes, luego se pone una dosis anual
Lo curioso de esta vacuna que no hay que pinchar al gato se aplica mediante una cánula en las fosas nasales
Rabia: Enfermedad vírica popularmente conocida que se transmite por la saliva inoculada tras la mordedura de un animal infectado. Solo se puede aplicar la vacuna si tiene un microchip. Solo se aplica una dosis y se revacuna anualmente o según la normativa vigente de la comunidad autónoma donde se encuentre el animal

En otro orden de cosas no sólo hay que proteger a nuestras mascotas de las enfermedades, también hay que prevenir extravíos, ya sabemos la cantidad de kilómetros que puede recorrer un gato asustado.

Como asociación, nuestros gatos adoptados siempre llevan chip, para evitar extravíos y como medida imprescindible en la lucha contra el abandono animal

Microchip: Sistema electrónico de identificación animal por ahora no es obligatorio en gatos, pero si aconsejable si vas a viajar con el o extie alguna posibilidad de acceso a la calle, terrazas etc.. Se aplica la cánula del tamaño de un grano de arroz mediante un inyector en la tabla izq. del cuello no tiene efectos secundario y solo se aplica una vez en la vida. Tenemos dos tipos de chips el normal que sólo nos dice su nº de identificación y el biothermo de urano que con pasar el lector no dice la temperatura de nuestro animal sin necesidad de ponerle un termómetro

Hay que tener en cuenta que todas las vacunas pueden tener efectos secundarios, por tanto debemos vigilar la salud del gato durante las horas siguientes a la inoculación. Y ante cualquier reacción anómala de tu gato acudir inmediatamente al veterinario. Lo mejor después de vacunar es dejar a tu gato tranquilo, sin cortes de uñas, ni baños ni nada que pueda estresarlos y recordar que ese día puede que desee mas descanso y tranquilidad.

En resumen, las vacunas y el chip nos van a proporcionar la tranquilidad de saber qué estamos haciendo lo mejor para ellos.

Ya lo dice el saber popular, mas vale prevenir que llorar… digo curar.

Nuestro mayor agradecimiento a  Estefanía Pascual, que ha escrito este artículo.